Vienes y te vas como el humo en otoño.
Parpadeas entre las sombras y me robas
los suspiros que no tengo.
Derramas dos minutos que me persiguen
calladitos, casi rotos.
Al aire.
Y el árbol ríe,
mientras sus hojas bailan sin completar la nota.
Pues la mesa negra del zaguán de en frente,
nos mira resignada.
No son suficientes las risas,
ni las miradas,
ni siquiera el hueco sordo que sobrevive.
Solo mírame y
guiña otra vez.
Para volver a creerte.
10 comentarios:
La confianza... qué difícil y etérea se convierte cuando el alma vuela desafiando la realidad del mundo...
Bello poema mi Rudy querido, como nos tienes acostumbrados...
Mil besitos.
Inmenso.
Un alegato al amor.
Te abrazo desde el alma.
"Parpadeas entre las sombras y me robas
los suspiros que no tengo."
me haces recordar cosas tan lindas
Qué difícil cuando uno tiene que volver a creer...
Te dejo besos.
Y buena semana.
Un parpadeo me dice.
Me tomo el atrevimiento de crear en mi blog un enlace con el tuyo. Saludos
Excelente post.
Te dejo un abrazo,
Heidie
Hola, siempre es un placer mirar a través de tu blog. Es todo un oasis.
Un abrazo,
www.mandalaspoemas.blogspot.com
Víctor
Ese amargo juego de volver y partir,
de sentir de nuevo y escribir a la ausencia ya perdida...En eso consiste el amor, y en sus efectos la poesía...Un circulo errante, entre la ausencia y la necesidad...
"No son suficientes las risas,
ni las miradas,
ni siquiera el hueco sordo que sobrevive." ...Me quedo con estos tres versos! Preciosos! Una poesía exquisita, gracias por compartirla con el resto de cronopios que andamos por aquí.
Saludos desde el laberinto de los espejos rotos,
Laia
Te dejo un hilo para que puedas llegar a mi laberinto sin extraviarte...tira de él!
http://laberintodeespejosrotos.blogspot.com
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