jueves, 23 de agosto de 2007

En bruto

Tren pasajero, brama diadema
de este desierto que no se abre.
Ya hace tanto tiempo que ahogué
mi sed en tu cáliz,
pero aún tiemblo
en tus estambres color miel.

Tal vez
por este instante del diezmo llano

en una vejada tarde.

Ya no es tan fácil.
Incluso la Luna se cierne a borbotones.
Sola e impía.
La fogata se extingue y
el silencio redime la causa.
El agua calma y la vista pierda.

¿Qué hay al otro lado?
Líneas voraces de cuervos y lechuzas.
De epopeyas y una sombra cínica.

No hay comentarios.: